El tiempo
pasa y no nos podemos detener a pensar dos veces lo que queremos, que siempre
lo mejor es responder al instinto, que somos dueños de cada instante en que
decidimos ser o no ser, seguir o parar, rendirnos o luchar. Comprendí que un
"para siempre" es mucho tiempo y que todo llega cuando tiene que
llegar y se va cuando ya no hace falta y simplemente sobra, aunque a veces se
tiene que ir porque en realidad no alcanza.
Cuantas veces
en nuestras vidas logramos encontrar gente “buena”?
Gente con la que
puedas conectar a tan loca frecuencia?
Con gente que
a raíz de una misma palabra en su máxima expresión, puedas armar una historia,
formando un sistema radicular?
YO,
particularmente hablando de gente, conocí mucha… De distintos países, de
provincias, de localidades y quizás hasta de un último pueblo perdido de
nuestra madre naturaleza, de esos que no tenes idea de que existen y a la vez
te estás perdiendo de conocer tal hermoso paisaje; Quedándome con la certeza de
que así como he conocido muchas personas, cada una era diferente, con un millón
de culturas, ideologías, religiones, géneros
de música y hasta rasgos físicos fenotípicos totalmente disímil…
Pero aun así,
después de haber conocido tantas personas en tu vida, con cuantas te quedas?
Algunas son temporales, otras para todo el viaje, así de simple…
Ah! Pero con
algo muy importante si hablamos de temporales, cada una te deja algo… algún
recuerdo, alguna grieta, alguna sonrisa que salga con apenas recordar o al
mismo tiempo de escuchar ese nombre, alguna que otra lagrima, otras te quitan
el sueño, otras que te hacen vibrar la panza, otras que te dan ese golpe
energético cuando lo necesitas o simplemente ese “no sé qué”, indiferente.
Es tan
difícil decir con cuantas te quedas… Yo pienso que todas llegan en el momento
indicado de acuerdo a la estación de tu vida, pero aun así, si empezamos a
simplificar, siempre te quedas con alguna o algunas en especial…
Yo elijo
quedarme con esas que nombre en una de mis primeras frases, con las que “conecto
a tan loca frecuencia” que no se si son para todo el viaje, pero en lo que
llevo de ruta, siguen… necesito gente a mi alrededor que su imaginación no
tenga límite de amplitud…Esas que te hacen bien y mal, aquellas que después de
tener una mala jugada, las queres ver o hablar porque sabes que te vas a sentir
tranquilo, que te reta por tus errores
y, no el que los justifica, no aquel que sólo te abraza cuando estás feliz,
sino el que también te da golpecitos en la espalda cuando tus ojos desbordan de
lágrimas, esas que quizás también tenes tantas cosas en común como kilómetros
de distancia; Y digo mal, porque también te llevan por el “mal camino” como se
dice, quien te invita un par birras al palo después de un día agotador, quien
te obliga a salir y termina siendo una de tus mejores noches, o simplemente te
acompaña con esa música que te salva, música que desde hace tantos años la
escuchas y es la única que me llena el alma, ese rock and roll o rock cultura
que todavía lo preferís más que a cualquier otra cosa.
Cuando
alguien te falla valoras más a quien nunca lo hizo y te aseguro que ahí
encontras las respuestas a tus preguntas, son esas con quienes conectas a tan
loca frecuencia…Entendí claramente que no vale la pena querer ser el mejor
cuando el mejor no existe si no SOS la mejor persona con los demás, encontras
lo que mereces y cuando das todo, recibís todo en cualquier aspecto de tu vida,
un claro ejemplo es el amor, la amistad…
El amor es
efímero y a medida que crecemos nos vamos poniendo más exigentes, de nada vale
amar si no lo haces con locura, cuando te sentís sólo hay más de una persona
que está con vos cuando crees que no hay nadie.
La gente
muchas veces no sabe ponerse en tu lugar porque simplemente tu lugar ya está
ocupado por vos y entonces es un poco difícil pretender que nos comprendan,
pero ahí esta el poder de conectar… tenemos tantos defectos como virtudes, cada
uno posee una esencia y eso es lo que nos hace verdaderamente ÚNICOS.
LA FELICIDAD
y LA LOCURA NO EXISTEN SI NO SON COMPARTIDAS!
Rocio L.Basualdo