sábado, 9 de junio de 2018

Humana Sensación

El tiempo pasa y no nos podemos detener a pensar dos veces lo que queremos, que siempre lo mejor es responder al instinto, que somos dueños de cada instante en que decidimos ser o no ser, seguir o parar, rendirnos o luchar. Comprendí que un "para siempre" es mucho tiempo y que todo llega cuando tiene que llegar y se va cuando ya no hace falta y simplemente sobra, aunque a veces se tiene que ir porque en realidad no alcanza.
Cuantas veces en nuestras vidas logramos encontrar gente “buena”?
Gente con la que puedas conectar a tan loca frecuencia?
Con gente que a raíz de una misma palabra en su máxima expresión, puedas armar una historia, formando un sistema radicular?
YO, particularmente hablando de gente, conocí mucha… De distintos países, de provincias, de localidades y quizás hasta de un último pueblo perdido de nuestra madre naturaleza, de esos que no tenes idea de que existen y a la vez te estás perdiendo de conocer tal hermoso paisaje; Quedándome con la certeza de que así como he conocido muchas personas, cada una era diferente, con un millón de culturas, ideologías, religiones,  géneros de música y hasta rasgos físicos fenotípicos totalmente disímil…
Pero aun así, después de haber conocido tantas personas en tu vida, con cuantas te quedas? Algunas son temporales, otras para todo el viaje, así de simple…
Ah! Pero con algo muy importante si hablamos de temporales, cada una te deja algo… algún recuerdo, alguna grieta, alguna sonrisa que salga con apenas recordar o al mismo tiempo de escuchar ese nombre, alguna que otra lagrima, otras te quitan el sueño, otras que te hacen vibrar la panza, otras que te dan ese golpe energético cuando lo necesitas o simplemente ese “no sé qué”, indiferente.
Es tan difícil decir con cuantas te quedas… Yo pienso que todas llegan en el momento indicado de acuerdo a la estación de tu vida, pero aun así, si empezamos a simplificar, siempre te quedas con alguna o algunas en especial…
Yo elijo quedarme con esas que nombre en una de mis primeras frases, con las que “conecto a tan loca frecuencia” que no se si son para todo el viaje, pero en lo que llevo de ruta, siguen… necesito gente a mi alrededor que su imaginación no tenga límite de amplitud…Esas que te hacen bien y mal, aquellas que después de tener una mala jugada, las queres ver o hablar porque sabes que te vas a sentir tranquilo,  que te reta por tus errores y, no el que los justifica, no aquel que sólo te abraza cuando estás feliz, sino el que también te da golpecitos en la espalda cuando tus ojos desbordan de lágrimas, esas que quizás también tenes tantas cosas en común como kilómetros de distancia; Y digo mal, porque también te llevan por el “mal camino” como se dice, quien te invita un par birras al palo después de un día agotador, quien te obliga a salir y termina siendo una de tus mejores noches, o simplemente te acompaña con esa música que te salva, música que desde hace tantos años la escuchas y es la única que me llena el alma, ese rock and roll o rock cultura que todavía lo preferís más que a cualquier otra cosa.
Cuando alguien te falla valoras más a quien nunca lo hizo y te aseguro que ahí encontras las respuestas a tus preguntas, son esas con quienes conectas a tan loca frecuencia…Entendí claramente que no vale la pena querer ser el mejor cuando el mejor no existe si no SOS la mejor persona con los demás, encontras lo que mereces y cuando das todo, recibís todo en cualquier aspecto de tu vida, un claro ejemplo es el amor, la amistad…
El amor es efímero y a medida que crecemos nos vamos poniendo más exigentes, de nada vale amar si no lo haces con locura, cuando te sentís sólo hay más de una persona que está con vos cuando crees que no hay nadie.
La gente muchas veces no sabe ponerse en tu lugar porque simplemente tu lugar ya está ocupado por vos y entonces es un poco difícil pretender que nos comprendan, pero ahí esta el poder de conectar… tenemos tantos defectos como virtudes, cada uno posee una esencia y eso es lo que nos hace verdaderamente ÚNICOS.

LA FELICIDAD y LA LOCURA NO EXISTEN SI NO SON COMPARTIDAS!

Rocio L.Basualdo

Se puede justificar el llanto?

  Yo ya me había dado cuenta, desde que me desperté el día estaba levantando sospechas de tormentas en mí. Capaz al mundo le gustaba contrib...